La intensa experimentación de la que, durante todo el siglo XX, se alimentaron las artes plásticas, favoreció el desarrolto de diferenies estilos y tendencias. Algunos quedaron en meros tanteos y otros abrieron paso a nuevos modos de ver, convirtiéndose en hitos de una época en la que términos como cubismo o abstracción pasaron a formar parte de la vida del hombre contemporáneo. En Andalucía, sin embargo, las corrientes de la modernidad se han visto o bien relegadas a un segundo plano por el genio artístico de figuras como Picasso o , josé Guerrero, o bien silertciadas y olvidadas por las instituciones e inc,luso por los propios artistas. Esto ha dado como resultado un mapa discontinuo, repleto de individualidades, sin el hilo que podrían haber extendido los maeslros casi todos en un exilio voluntario- ni la ayuda del entramado comercial que necesita el arte. Aun así, los cien años transcurridos nos han legado obras imperecederas y un puñado de artista.s de valía que marearán el canon de las futuras generaciones.
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