La meditación, en contra de lo que muchos creen, no es una práctica necesariamente estática. Una de las formas más sencillas de meditar consiste en hacerlo caminando, acompasando la respiración al suave movimiento de las piernas y los brazos al pasear. Y el monje budista vietnamita Thich Nhat Hanh nos enseña a dar los primeros pasos. Caminamos lentamente y relajados, con una ligera sonrisa en los labios. Sentimos un profundo bienestar, y nuestros pasos son los de alguien que se siente totalmente seguro sobre la Tierra. Todos nuestros sufrimientos y ansiedades desaparecen, y el corazon se llena de pa y alegria... |