Con su orden, Jaq había condenado a muerte a Meh'Lindi. Si su muerte fuera la diversión que él necesitaba, ella la aceptaría. Jaq no conliaba en la armadura alienígena. Sabía que Meh'Lindi no se había rociado con la piel sintética de los asesinos. Cuando el capitán apretó el gatillo, Jaq se arrojó delante de ella, bramando «¡No!». En un tiempo siniestro y oscuro, la lnquisición protege a la humanidád de sus muchos enemigos, tanto de los demonios comó de los alienígenas eldar, Sin embargo, ¿quién protegerá a la humanidad si la Inquisición se corrompe? EI renegado Jaq Draco y su variopinto grupo se encuentran atrapados en una guerra en la que nadie puedé vencer... a no ser que él acceda de algún modó a los secretos ocultos en la legendaria Biblioteca Negra. |