Chico conoce a chica; chica conoce a millonario. Buen principio para una comedia romántica..., aunque los personajes de esta fábula contemporánea no acaban de encajar en el azucarado tópico de Hollywood. Mirabelle, vendedora de guantes en unos grandes almacenes de Los Ángeles, es una mujer tímida e introvertida que no suele dar el primer paso y prefiere la soledad al esfuerzo de enfrentarse a sus fantasmas. Jeremy vegeta en un trabajo poco estimulante, dentro de una rutina insatisfactoria pero cómoda que no le exige mayores retos. Por su parte, Ray vive entre dos ciudades, un símbolo de su doble existencia como brillante hombre de negocios y coleccionista erótico que huye de todo compromiso. Los tres necesitan amar y ser amados; sin embargo, antes deberán aprender a apreciarse a sí mismos. Con ironía no exenta de ternura, Steve Martin retrata a la clase urbana de nuestros días, que, en el camino hacia el éxito, ha perdido sin saber cómo las claves de la emoción y el sentimiento. Shopgirl ofrece una mirada lúcida sobre el eterno drama del amor a principios del siglo xxr, un tiempo, en apariencia, nada propicio para la lírica del corazón. |