La informática ha pasado a formar parte de la actividad cotidiana de empresas y particulares. Los ordenadores almacenan información, la procesan y la transmiten a través de redes, abriendo nuevas posibilidades de ocio y de negocio. Cuanto mayor es el valor de la información gestionada, más importante es asegurarla. La mayoría de usuarios particulares y de empresas poseen la percepción de que la seguridad de la información es una tarea difícil de aplicar, que exige gran cantidad de dinero y tiempo. En realidad, con muy poco esfuerzo se puede alcanzar un nivel de seguridad razonable, capaz de satisfacer las expectativas de seguridad de particulares y de pequeñas y medianas empresas. |