La realidad nos asalta cada día, a la vuelta de cualquier esquina, pero nos aburre de horrores y la dejamos escurrir entre los dedos por no mirarla. Los cuentos han sido y son la mejor forma de contar verdades. Penetran sigilosos, inofensivos de apariencia, y no nos dan tiempo a defendernos, a levantar barreras, a cerrar el libro o pasar la página. Los cuentos nos envuelven y seducen, y de su mano entramos en un mundo que está ahí y que de otra manera no nos atrevemos a mirar. Déjate contar un cuento. Atrévete a mirar. |