La cata de vinos es para muchos una actividad de contenido incierto y finalidad desconocida, que socialmente suele estar considerada como algo exclusivo de algunas personas superdotadas capaces de apreciar algo que resulta inalcanzable por los umbrales de percepción de los individuos normales. El método del catador demuestra al lector todo lo contrario: el aprendizaje es posible y el catador no nace, sino que se hace. Fernando García del Río articula un método de cata que, aunque no radicalmente opuesto a los que habitualmente se siguen dentro del mundo del vino, tiene como peculiaridad el derivar de un modelo sensorial que permite racionalizar lo que la mayoría percibe como algo regido por el gusto personal. En esta Guía práctica para entender el vino se presentan un conjunto de técnicas de fácil asimilación que enseñarán al lector a valorar un vino para, tras la práctica, convertirle en un más que aceptable y quizás competente catador de vinos. |