En la mañana del 26 de octubre de 1941 la policía política detuvo a una enlace de la resistencia antifranquista en la glorieta de Cuatro Caminos de Madrid; se Ilamaba Maria Salvo Iborra. Tras ser interrogada a lo largo de treinta días en las dependencias de la Dirección General de Seguridad, fue acusada de conspiración contra la seguridad interior del Estado. A partir de entonces su vida transcurrió por distintas cárceles durante dieciséis años. Cuando recuperó la libertad ignoraba el valor del dinero, el uso elemental de los cubiertos, las costumbres de la calle y los nuevos atuendos; su equilibrio emocional y su salud se hallaban fracturados y su entorno no daba crédito a lo que contaba. Sin embargo, no era alguien singular: su vida era como la de otras muchas vidas dañadas, y al igual que ellas supo conser var su identidad en el recuerdo.
En El daño y la memoria el historiador Ricard Vinyes no sólo reconstruye el universo penitenciario franquista a partir de la vida y la mirada de Maria Salvo, aportando nueva documentación y datos inéditos sobre los efectos sociales de la cárcel, sino que muestra la forma en que aquellas mujeres han usado la memoria como afirmación de su identidad y han sabido convertirla en patrimonio civil colectivo. |
