Engracia es una princesa que ha perdido la risa ¡por su eterno despiste! La corte entera busca su sonrisa por todos los rincones de palacio; pretendientes venidos de lejanos países la intentan consolar, pero Engracia, erre que erre, sigue mustia y sosa. ¿Volverá la princesita a sonreír? Cuando era pequeña, a Carmen Gil le encantaba leer la Sonatina del escritor nicaragüense Rubén Darío. Tanto le gustaba que, de mayor, decidió escribir un poema que empezara como el suyo: Engracia, la princesa sosa. Después de esta divertida versión, mayores y pequeños podrán encontrar el poema de Rubén Darío. |