Elisabeth Kübler-Ross supo desde muy joven que su misión era e aliviar el sufrimiento humano y ese compromiso la llevó al lado de enfermos terminales, exriencia de la que extrajo proenseñanzas.Tras más de setenta años de vida intensa, escribió estas memorias para recordar junto a los lectores los pasos importantes que han marcado su trayectoria personal y profesional. Éste es un libro tan singular como su autora, una mujer que no cree en los fantasmas de la muerte y sí en el poder de un amor incondicional capaz de guiarnos cuando abandonemos la tierra en busca del hogar definitivo: un remanso de paz y de luz. |