Una partícula verdaderamente elemental sería el último constituyente indivisible de la materia. Pero, ¿cuál es tal objeto elemental? Los griegos, sin base experimental, concibieron el átomo como la última e indivisible parte de la materia. Casi veinticinco siglos después el átomo pasó a ocupar su lugar en la escena científica: en 1897, J.J. Thomson descubrió el electrón; Rutherford, en 1911, que la carga positiva del átomo se encontraba en un núcleo en torno al cual se mueven los electrones. Para 1932 quedó establecido que el núcleo atómico lo forman protones y neutrones, los que después de 1960 perdieron su calidad de elementales ya que están constituidos por quarks.
Los autores sé proponen en este libro guiarnos a través del mundo de las partículas elementales empleando un tono de divulgación "para suplir la escasez de obras en castellano sobre este tema que estén dirigidas a un público extenso". Su sistema es introducir paulatinamente los conocimientos de modo que el lector pase desde los primeros ejemplos de partículaselementales avanzando hacia las teorías más actuales y complejas.
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