Tras quedarse viuda, Peggy ha vivido por y para su hija Monique. Esta, que acaba de cumplir diecisiete años, comienza a presentarle novios esporádicos, sin quedarse con ninguno. Hasta que conoce a Curt, el nuevo catedrático de Lengua, quien prácticamente le dobla la edad. En realidad, lo que busca la joven es poner celoso a su antiguo novio, Alec. Decide, por tanto, llevar a Curt a casa y presentárselo a su madre y a su abuela como futuro marido. El primer sorprendido es el mismo catedrático, quien jamás le había hablado de amor y mucho menos de boda. Al conocer a Peggy, Curt se enamora a primera vista, pero primero tiene que aclarar su relación con la hija, lo cual no se presenta demasiado fácil.
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