Abogado laboralista, en sus años universitarios ingresó en las Juventudes Socialistas y, después, en el PSOE, del que, tras ocupar diversos cargos, fue elegido primer secretario en el XIII Gongreso, celebrado en Suresnes (Francia) en 1974. En 1977, con Adolfo Suárez ya jefe del Gobierno, logró la legalización del partido, que en las elecciones generales de aquel año se constituyó en el segundo grupo de la Cámara, con 118 diputados; en marzo de 1979 obtuvo 121, y en mayo, en el XVIII Gongreso del partido, propuso, sin éxito, el abandono del término «marxismo» en la definición del PSOE; dimitió y meses después un Congreso Extraordinario aceptó su propuesta y le reeligió de manera triunfal. Los comicios de octubre de 1982, con 202 escaños, le otorgaron la mayoría absoluta. A partir de ahí, y hasta 1996, desempeñó la jefatura del Gobierno durante catorce años, en los que la transformación de la sociedad española se vio enturbiada en su última etapa por escándalos de corrupción y acusaciones de terrorismo de Estado. JOSEP SÁNCHEZ GERVELLÓ e IVÁN TUBAU, desde ópticas contrapuestas, nos ofrecen la CARA Y CRUZ de un personaje que para unos encarna las mejores virtudes de un partido centenario y para otros sus defectos y excesos.
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