La mayoría de las mujeres prefieren ser buenas antes que disfrutar de la vida, durante generaciones se les ha inculcado que han de ser resignadas y complacientes. Pero la experiencia demuestra que sólo aquellas que conocen sus metas, y luchan por ellas, digan lo que digan los otros las alcanzan. A lo largo de este libro la autora analiza las coartadas, amenazas y trampas que las mujeres se tienden a sí mismas para impedirse el acceso a una forma más amplia y enriquecedora de existencia: tópicos, prejuicios, reflejos de sumisión están tan interiozados que los lastres en el camino de su plena realización. |