Moliére tipificó en El enfermo imaginario el prototipo de la persona que sitúa la enfermedad como centro y estilo de vida. No obstante, el enfermo imaginario no padece de una enfermedad inexistente, sino que su dolencia puede ser muy real: puede estar somatizando su inestabilidad emocional. Cuando hablamos de «enfermedades imaginarias» nos referimos a las afecciones cuyo origen no es genético, sino que está ligado al imaginario del paciente, a sus deseos, emociones, preocupaciones. Este libro trata de las causas de las enfermedades imaginarias y analiza en profundidad la hipocondría, señala sus síntomas y muestra el proceso de curación.
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