Un país imaginario en una época indeterminada es invadido por los frisios. Su llegada sorprende a Anatoli Ulianov en su etapa como recluta en el centro de instrucción; allí quedará encerrado en un inmenso garaje junto con otros nueve personajes, perdidos como éh extraños entre sí. La convivencia con el resto de los cautivos y el trato con los frisios marcarán a Anatoli, que, acabada la ocupación, consumirá el resto de sus fuerzas en el intento de pintar un cuadro sublime de la Virgen. Este proyecto se verá dificultado por la herida psíquica causada por las circunstancias del garaje. Para Anatoli, después del garaje, no dejará de ser invierno. |