José Antonio no fue un economista político en el sentido científico del término. Fue -eso sí- una persona de notables conocimientos en Economía Política sobre los que vertebró parte considerable de una propuesta política que fue seguida por millares de españoles y españolas en unos años ciertamente trágicos. Estos conocimientos los adquirió, principalmente, a raíz de los estudios realizados bajo la tutela del profesor Olariaga. De él recibió dos influencias científicas igualmente importantes pero desigualmente tratadas por la literatura especializada. La primera y menos estudiada fue la del Historicismo alemán. La segunda influencia fue su amplio conocimiento del fenómeno sindicalista en todas sus variantes. José Antonio advirtió la urgente necesidad de desmontar en España el sistema económico capitalista ante la amenaza comunista. Su solución pasó por rechazar la opción corporativa frente a la alternativa que representaba la organización sindical de la Economía: en definitiva, el Estado Sindical que permitiría armonizar las aspiraciones de los trabajadores con el destino de la Patria en el sentido orteguiano del mismo. Fue esa aspiración la que quedó resumida en la consigna de la lucha por la Patria, el Pan y la Justicia. |