«No habrá una paz duradera en Oriente próximo si no se soluciona la cuestión de los refugiados palestinos; esto implica que Israel reconozca su responsabilidad en el éxodo de 1948 y el derecho al retorno; sin embargo, para que se pueda ejercer este derecho hay que llegar a un acuerdo político, basado en la distinción entre el reconocimiento del derecho y su aplicación, entre el retorno a un Estado palestino y las posibles formas de retorno a Israel. Los israelíes no han sido informados de que este planteamiento puede llevar a un compromiso aceptable por ambas partes, como se vio en las conversaciones de Taba. Lo único que conocen es una "película de miedo" que les han contado los medios informativos: la irrupción de tres millones y medio de palestinos en Israel, que supondría el fin del Estado judío. "Es evidente que nadie pretende alterar el carácter judío del Estado israelí", aseguró sin embargo Leila Shahid, delegada general de Palestina en Francia. "Es evidente que el derecho al retorno no podrá aplicarse a todos los refugiados. Habrá que legar a un acuerdo sobre su aplicación, pero no es menos evidente que el principio debe ser reconocido.»
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