Isabel ll. Los espejos de la reina ofrece nuevas visiones de una monarca controvertida como persona y decisiva como gobernante. La polémica la acompañó desde su nacimiento por el mero hecho de ser mujer. Su tío Carlos y los absolutistas pensaban que una mujer no tenía capacidad para reinar. Los liberales, por el contrario, apoyaron su subida al trono. Si la primera Isabel, la Católica había unido con su matrimonio las coronas más importantes de la Península Ibérica, a la segunda le correspondía fundir las distintas partes de un Estado que ahora se transformaba, gracias al liberalismo, en nación política, económica y cultural. Su reinado abarcó décadas de novedades revolucionarias en todos los ámbitos. Y en medio de ese proceso de modernización todas las acciones de Isabel II, incluso las privadas, se vieron sometidas a control y debate público. Este libro, avalado por el rigor y profesionalidad de sus autores, recorre los diversos espejos en que se reflejaron las polémicas decisiones de aquella reina.
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