La capacidad para la verdadera intimidad se basa, por encima de todo, en la confianza en uno mismo y en el valor que cada cual tiene como ser humano único. Y, según Osho, la única forma de desarrollarla consiste en ser absolutamente honrados con nosotros mismos sobre quiénes somos, sin juicios de valor y sin el deseo de cambiarnos para encajar en los ideales de otras personas. Por desgracia, la mayoría de nosotros vivimos inmersos en la ilusión de que la fuente de la intimidad se encuentra en nuestra relación con un «otro» especial en nuestra vida, y si no hemos desarrollado la suficiente confianza en nosotros mismos, vamos en busca de ese otro especial en el que depositamos la esperanza de recibirla. Osho nos indica el camino para llegar a la auténtica fuente de nuestra capacidad para alcanzar la intimidad, no solo en las relaciones amorosas, sino también en toda la comunidad de seres del planeta. Así, la intimidad no es algo que podamos encontrar fuera de nosotros mismos, sino una capacidad que descubrimos cuando logramos saber quiénes somos y aprendemos a confiar en ello. |