«No pretendo escribir la historia que escribiría el pueblo, que el pueblo es ágrafo por naturaleza, sino más bien una Historia de España contada para escépticos que no creen en la historia de España. No voy a decir que es veraz, justa y desapasionada, porque ninguna historia lo es, pero por lo menos no miente ni tergiversa a sabiendas, que ya es bastante en los tiempos que corren. Además he procurado hacerla amena y documentada (pero el escéptico sabe que los documentos también se manipulan en el instante mismo en el que nacen), y si el lector aprende algo de ella me daré por bien pagado.»
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