El autor intenta justificar la justiciabilidad completa de la actividad de la Administración, sin círculos de inmunidad que intenten legitimarse en la vieja « maiestas» del poder y en la confusión tradicional entre poder y exención del Derecho y de los jueces.
Este librito, que ha jugado un papel relevante en la evolución del Derecho Administrativo español y en la de las técnicas de la justicia administrativa, encontró una nueva justificación en los artículos 9, 24, 103 y 106 de la Constitución de 1978, en la que, por cierto, resulta visible un eco de las tesis aquí sostenidas.
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