978-84-8310-878-9 Título
Arden las pérdidas  
Autores Gamoneda, Antonio           
Editorial Tusquets Editores, S.A.  Nº edición  Año  Abr/2003
Colección  Nuevos textos sagrados  Nº colección  213  Páginas  125 
 
Materias



Poesía


Encuadernación  Rústica 
Largo  21  Ancho  14 
Idioma  Castellano 
Estado
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  P.V.P. 
 
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Reseña del libro
Poeta personalísimo, Antonio Gamonedea ha ido demostrando en cada libro su propósito de adentrarse en territorios que bordean los limites de la experiencia, en esa zona sólo inteligible desde el lenguaje poético, el único capaz de convertir los enigmas en realidades comprensibles. Los amantes de la poesía recordarán títulos como Edad (Premio Nacional de Poesía 1988) o Libro del frío (nominado para el Premio Europa 1993), que supusieron un reconocimiento a su voz rigurosa, de una ascética y profunda belleza. Con Arden las perdidas, su nuevo libro, Gamoneda acentúa su tono elegiaco pero desde una interpretación profunda y esencial de lo que supone el paso del tiempo y el recuerdo, y sus poemas aportan nuevas aristas a la investigación en marcha que representa su trayectoria creativa.
Cabe leer Arden las pérdidas como un relato refluyente de lo que ya no es (la luz de la infancia, el amor, la ira y los rostros del pasado...), de lo perdido y olvidado que, sin embargo, aún arde y se afirma luminoso y cruel en la inminencia de su desaparición. El aparente hermetismo del relato se abrirá con sólo advertir que los símbolos son -fueron-, simultáneamente, realidades.
La visión de lo perdido y olvidado es también conciencia existencial, conciencia del tránsito soportado para ir de la inexistencia a la inexistencia. Y en la «claridad sin descanso» de la vejez, es dado contemplar la gran oquedad, conocer el error en que, incomprensiblemente, «descansa nuestro corazón». 
 
Bio-bibliografía del autor
Antonio Gamoneda nació en Oviedo en 1931, pero reside en León desde 1934. Aunque por su edad tendría que ser incluido en la generación del 50, su poesía se aparta de las temas y tonos dominantes de ésta y abre caminos nuevos, que la crítica ha vinculado a nombres fundamentales de la tradición francesa como Arthur Rimbaud, Tristan Tzara, Saint-John Perse o René Char. Entre sus obras figuran Sublevación inmóvil, Blues castellano, Descripción de la mentira, Lápidas, ¿Tú? —en colaboración con Antoni Tàpies— y la antología Sólo luz, preparada por él mismo. En 1987 recogió en Edad la mayoría de sus poemas, revisados, y en ocasiones reescritos, para la ocasión. Luego vendrían Libro del frío (1992) y Libro de los venenos (1995), que obtuvieron un extraordinario eco crítico. En El cuerpo de los símbolos (1997) recogió sus textos relacionados con la tarea creadora y el arte.