Los Grandes Almacenes Centrales se han convertido en un laberinto tenebroso. Fujita se halla solo y desamparado en presencia del ojicruz Tetsuj´. Su único deseo es llevarles a los demás el tumorcillo diabólico para poder resucitar a En. Mientras, en otro rincón, Shin y Noi buscan a Ebisu y Kikurage, quienes deambulan por un tétrico pasadizo en compañía de su nuevo siervo Kaiko. Tras el apagón, Nikaid´, Asu y Risu tratan de encontrar una salida a la prisión en la que se encuentran atrapados. Una casa llena de demonios se desplaza cual submarino en el fango. ¿Adónde van y qué pretenden? |