978-84-344-3276-5 Título
Las artes de la mentira política  
Autores Swift, Jonathan           
Editorial Editorial Ariel, S.A.  Nº edición  01  Año  Sep/2020
Colección  Quintaesencia  Nº colección    Páginas  160 
 
Materias



Pensamiento


Encuadernación  Rústica 
Largo  210  Ancho  130 
Idioma  Castellano 
Estado
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  P.V.P. 
 
   14,90
 
 
Reseña del libro
Ambicioso, lúcido y poseedor de una ironía incisiva y precisa como un escalpelo que disecciona los vicios de su sociedad y, por extensión, de la condición humana, Jonathan Swift escribió algunas de las páginas más ácidas y divertidas —pero también amargas— de la prosa inglesa. Esta antología recoge los principales textos en los que el autor abordó de manera recurrente la cuestión de la mentira política. Todos los escritos corroboran que esas falacias, que ya no provocan casi el menor reparo ni vergüenza —ajena o propia—, hubo un tiempo en que, como mínimo, eran objeto de escarnio para una inteligencia templada. 
 
Bio-bibliografía del autor
Jonathan Swift (Dublín, 1667-1745), hijo de ingleses establecidos en Irlanda, su padre falleció antes de que él naciera, lo que provocó el regreso de su madre a Inglaterra. Swift permaneció en Dublín con sus parientes, donde creció en condiciones similares a las de un húerfano. Para conseguir la independencia económica, en 1694 tomó las órdenes religiosas y en 1695 consiguió la pequeña sede de Kilroot en Irlanda. Sin embargo, vivió casi siempre en Londres, donde participó activamente en la vida política, religiosa y literaria del período llamado “augusto”, convirtiéndose gracias a su imaginación y a sus excepcionales dotes de polemista, en una de las personas más influyentes de la ciudad. En 1713 consiguió el decanato de la iglesia de St. Patrick de Dublín, y a la caída del gobierno tory, del que había formado parte como activo consejero, se trasladó a Irlanda. Allí, Swift tomó ardiente posición a favor de los irlandeses contra los atropellos de la administración inglesa, convirtiéndose en una especie de héroe nacional. Tras la muerte de su mujer Stella en 1728, cayó en un progresivo decaimiento físico e intelectual. Dejó su patrimonio a los pobres y destinó una parte de éste a la fundación de un manicomio.