Maestro en explorar los tortuosos caminos que transitan los abismos del alma humana, Fiódor M. Dostoievski demostró en 1866 que estaba en uno de sus mejores momentos creativos escribiendo dos de sus novelas más impactantes y profundas: Crimen y castigo y El jugador. En la primera, una de las cumbres de la literatura del siglo XIX, su protagonista, Raskólnikov, un estudiante que malvive en San Petersburgo, pretende asesinar a una vieja usurera justificando su proyecto con principios morales radicales. Pronto descubrirá que la distancia entre planear un proyecto y culminarlo son inmensas, y las consecuencias que el acto puede conllevar son imprevisibles tanto en el mundo que le rodea como en el interior de su alma. Escrita en menos de un mes, El jugador es, en cambio, una novela de tintes autobiográficos ambientada en una ciudad alemana célebre por su casino. Dostoievski lleva a sus personajes hasta los límites de la desesperación, víctimas del amor, el dinero y los juegos de azar. |