978-84-17346-13-3 Título
El caso Saint-Fiacre "(Los casos de Maigret)"  
Autores Simenon, Georges           
Editorial El acantilado  Nº edición  01  Año  May/2018
Colección  Narrativa del Acantilado  Nº colección  303  Páginas  152 
 
Materias



Narrativa


Encuadernación  Rústica 
Largo  210  Ancho  131 
Idioma  Castellano 
Estado
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Reseña del libro
«Maigret revivía las sensaciones de antaño: el frío, el escozor en los ojos, la punta de los dedos helada, el regusto del café. Y después, al entrar en la iglesia, una vaharada de calor, de luz tenue; el olor de los cirios, del incienso?». La última vez que Maigret visitó Saint-Fiacre, el pueblo en que nació, fue para asistir al funeral de su padre, que trabajó durante treinta años como administrador del castillo de los condes de la región. Ahora una carta anónima anuncia que se cometerá un crimen durante la misa del Día de Difuntos, y el comisario debe regresar a sus orígenes para evitarlo. Al terminar la misa un feligrés ha muerto, como se había anunciado: Maigret, a pesar de haber estado presente y atento, no ha visto absolutamente nada que le permita saber quién o quiénes han cometido el crimen. El mítico inspector del gran maestro de la novela negra tendrá que recurrir a su sagacidad y psicología para resolver este nuevo caso que lo obliga a volver a su patria chica y amenaza sus tiernos recuerdos de infancia. 
 
Bio-bibliografía del autor
Georges Simenon nació en Lieja en 1903 en una familia de escasos medios. Pese a ser un alumno dotado, abandonó pronto la escuela y, muy joven, trabajó de reportero en Lieja. En 1922, ya en París, se introdujo en los ambientes de Montmartre y publicó con seudónimo numerosas novelas populares. En 1931 inició la célebre serie de novelas protagonizadas por el comisario Maigret. Tras una época de grandes viajes, inició una gran amistad con Gide y comenzó a publicar las llamadas «novelas duras». Durante la segunda guerra mundial ocupó el cargo de alto comisario para los refugiados belgas, pero la necesidad de mantener a la familia le impidió dejar la escritura. Acabada la guerra, se instaló en Norteamérica, y en 1955 volvió definitivamente a Europa. En 1972 decidió abandonar la narrativa, si bien siguió escribiendo textos autobiográficos, y murió en Lausana en 1989.