David Pintor presenta un “viaje ilustrado diferente” por las callesy las plazas de Barcelona, una ciudad donde “la magia puede aparecer detrás de cualquier esquina”. Su alter ego recorreuna treintena de espacios, desde Montju¯c al Barrio Gótico, pasando por el Ensanche o Gràcia: los edificios históricoscon el sello inconfundible de Gaudí, las modernas edificacionesde los museos, los cafés emblemáticos, las plazas recónditasy otras más concurridas, los áticos y los balcones, los suelosde baldosa tan representativos de las viviendas de la ciudad...Las gaviotas -elemento simbólico predominante- revoloteana su alrededor o le llevan en volandas, mientras contemplamosel atardecer, las torres de la Sagrada Familia sobresaliendoentre los tejados y las palmeras, la iglesia de Santa Maria del Mar surcando las olas o la fachada modernista de la Casa Batlló sumergida en el fondo marino. Porque el mar es, precisamente,uno de los elementos más presentes en estas páginas,junto con la arquitectura modernista: ambos consiguenconvertir al lector/a en visitante virtual de la ciudad,sin temor a aglomeraciones. |