Hay momentos en la vida política de los países en que todo parece acelerarse. Entre septiembre y noviembrede 2014, la política española vivió una inusual acumulación de tensiones y contradicciones. La candente situación deCataluña se cruzó con una nueva cadena de escándalos que colmaría el vaso de la irritación social. El caso de lastarjetas opacas de Caja Madrid adquirió un carácter simbólico. Esas tarjetas negras eran una suerte de señal arbitral:¡hasta aquí hemos llegado! En poco tiempo se gestaron preocupaciones, desgastes y deseos de cambio destinados acristalizar en un año 2015 decisivo por las convocatorias electorales y las previsiones económicas. |