Morihei Ueshiba, legendario fundador del aikido, pasó toda su vida inmerso en la filosofía y en la práctica de las tradiciones marciales de Japón. A lo largo de su extraordinaria vida llegó a dominar una extensa variedad de técnicas de diversas escuelas de artes marciales, entre ellas el jujutsu y el kendo. Combinando estas técnicas con su afinidad profunda por la religión sintoísta, las adaptó a un sistema completamente nuevo llamado aikido, el camino de la armonía. El aikido, por su mensaje universal de paz, ha ganado reputación en todo el mundo, y ya lo practican personas de todas clases en más de noventa países.
El corazón del aikido, la filosofía del takemusu aiki conduce al lector a un viaje espiritual que lo lleva directamente hasta la esencia del aikido, según las palabras mismas de su Fundador. Ueshiba, conocido afectuosamente por el título de O-Sensei, Gran Maestro, se dedicó a promover la paz y la expresión de los valores humanos universales, y dedicó una buena parte de su vida a impartir y enseñar estos valores. El corazón del aikido evoca la esencia de la filosofía y de la espiritualidad del Fundador, basadas en la religión sintoísta, y sus creencias sobre la divinidad del yo verdadero y del universo. Sus enseñanzas recalcan también la importancia de la armonía en el aikido y el modo en que los seres humanos podemos apoyar la paz en la sociedad a base de disipar la agresión por medio de esta armonía.
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