En 1993 a Mariam Suárez le fue diagnosticado un cáncer de mama que más tarde habria de extenderse al hígado, al pulmón y al cerebro. Los médicos le dieron una esperanza de vida de máximo tres meses. Tenía entonces sólo 29 años, era madre de una niña de tres y estaba embarazada de nuevo.
«Quizás la misión de la enfermedad era ayudar a los demás con este libro. » Anímada par esta idea, Mariam Suárez ha escrito el desgarrador testimanio de su experieneia. Su lucha contra la enfermedad se nos revela también coma una lección vital enriquecedora. Como escribe Adolfo Suárez en su emocionado prólogo, «la sabiduría humana que he aprendido de mí hija, de su valor, de su resistencia, de su ánimo, ha sido la mayor lección moral que he recibido».
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