El Libro de la Riviera respira en todas sus páginas la alegría de dos cómplices que se divierten a rabiar y desbordan un agudo sentido del humor. Klaus y Erika Mann eran hermanos inseparables. Compartían gustos literarios, amores, refinamiento, amigos y una mirada sobre el mundo muy parecida. Los Mann hacen de esta peculiar guía por la costa más bonita del mundo una divertida incursión por casinos y hoteles, callejones y burdeles, playas y paisajes de belleza desbordante, cafés y tiendas en donde gastar todo el dinero del mundo. A ellos les encantaba el lujo pero, fieles a la idea de la colección en la que se publicó este libro “Lo que no se lee en la Beadeker”, -una guía famosa de la época- su opción es vivir como príncipes gastando lo mínimo posible. Y el resultado es una guía insólita donde el viaje y el ansia de conocer se convierten deseo de experimentar. La Riviera es para los Mann un paraíso sin prohibiciones, aunque amenazado por todos aquellos peligros que hoy se han hecho realidad. | |