Eres “tú mismo” si no alteras el funcionamiento armónico de tu cuerpo, y lo cuidas lo suficiente como para que sea un vehículo perfecto a través del cual puedas experimentar la Luz. Eres “Tú mismo” si regulas tus deseos y los armonizas dentro de ti hasta sublimarlos en el Amor Consciente. Eres “Tú mismo” si conociendo el juego de tu mente lo utilizas sin identificarte con él. Eres “Tú mismo” si no aceptas nada mecánicamente, sino conscientemente. Eres “Tú mismo” si cuando miras hacia fuera de ti, sabes que no miras sino a “Ti mismo” en distintas circunstancias. |