Tras las duras experiencias acaecidas en El apóstol de Satán, durante las cuales falleciera su compañera sentimental, el comisario Marac vive ahora retirado como eremita en los Alpes, una soledad tan sólo interrumpida por las periódicas visitas de su hija adoptiva Melinda y de su colega Dolores Scampana. Un buen día, esta última le comunica que un antiguo compañero de estudios, un lingüista experto en los manuscritos del Mar Muerto, ha desaparecido. En su jardín encuentran dos fosas: una contiene un esqueleto y la otra parece estar reservada para el comisario Marac, que abrirá una investigación en la que se dilucidará el descubrimiento de secretos y misterios que podrían trastocar el orden del mundo tal y como lo conocemos. Para rescatar a su amigo y resolver el caso, Marac tendrá que hacer frente a una secta, los neonazis del Orden Negro, dispuestos a apoderarse de ese secreto que les permitiría obtener un gran poder, pero también a los agentes de la mismísíma Congregación para la Doctrina de la Fe vaticana, dispuestos a evitar que con la ayuda de unos cristales con forma de calavera se desvelen secretos de la antigüedad que pudieran resultar muy incómodos para el Vaticano.
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