En La metafísica oriental, René Guénon ofrece un resumen de las nociones básicas que conciernen al estudio de la metafísica, entendida en su sentido tradicional. Tras definir la palabra y señalar el objeto del estudio de la metafísica («lo que está más allá de la naturaleza»), el autor subraya las diferencias entre filosofía y metafísica, razón e intelecto, etc., a fin de eliminar todo posible equívoco 0 confusión conceptual. Los medios de realización metafísica -afirma- sirven para favorecer la concentración, que, junto con el conocimiento teórico, es el soporte que permitirá alcanzar tal realización. Ésta consta, a grandes rasgos, de tres etapas sucesivas: la primera es el desarrollo de todas las posibilidades contenidas en la individualidad humana, es decir, la restauración del «estado primordial» o «natural» del hombre; la segunda marca la salida de la «corriente de las formas», y la tercera supone un estado totalmente incondicionado, inexpresable: la «Liberación» o «Unión». Guénon termina su ensayo con unas oportunas observaciones en torno al Yoga y, en sus palabras finales, señala la causa de la situación crítica que atraviesa Occidente: la pérdida de la tradición integral y, con ella, de todo conocimiento metafísico.
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