El 4 de noviembre de 1979, un grupo de jóvenes estudiantes iraníes irrumpió en la embajada estadounidense de Teherán. Espoleados por un clima revolucionario extendido por todo el país que acabaría rentabilizando el ayatolá Jomeini, querían ocupar el complejo como protesta a la decisión norteamericana de admitir al ex presidente iraní en el exilio. Sin embargo, la incursión se convirtió en algo mucho más grave y peligroso. Los estudiantes tomaron sesenta y seis rehenes estadounidenses y retuvieron a la mayoría durante 444 largos días en lo que fue un prolongado conflicto que acaparó la atención mundial: la llamada crisis de los rehenes.
Huéspedes del ayatolá, con distancia histórica y gracias a una prolongada investigación, nos ofrece por vez primera una imagen de conjunto de un episodio tan controvertido como hasta ahora confuso. Nos conduce al interior de las dependencias de la embajada, transformadas en celdas de prisioneros, describe el miedo, la incertidumbre, el tedio, los interrogatorios absurdos, espantosos simulacros de ejecución y un encarcelamiento que terminó por eternizarse, así como el entusiasmo y la ingenuidad de los secuestradores iraníes. Al mismo tiempo, nos informa de los procesos que simultáneamente se produjeron en el exterior de la embajada, muchos de los cuales no habían aparecido hasta ahora a la luz pública: las intensas y casi siempre frustradas gestiones diplomáticas para liberar a los rehenes, los tejemanejes en el hermético seno de la política iraní, las tensiones en el Despacho Oval de la Casa Blanca, la repercusión y el alboroto a menudo sensacionalista de los medios de comunicación.
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