El amor..., siempre el amor: desesperado, intenso, incomprensible, feroz.
Las historias de Castán emocionan y golpean al lector, porque escribe de personajes descolocados, sin mapas ni brújula. Tipos que van en busca de lo que hubiesen podido ser de haber sido otros; de los que mueren mucho antes de morirse. Escribe de la cara y la cruz del amor, de carreteras, planes y sueños. De los que pierden su vida por falta de valor, pero también de los que no se resignan y se pelean hasta el final. Castán escribe con verdad, tanto que pareciera que habla de nosotros. |