La mayor parte de nuestros problemas, de nuestros enfados y de nuestras insatisfacciones surgen como consecuencia de nuestras relaciones con los demás: relaciones de trabajo, de parentesco, de amistad, de pareja y ocasionales. Cuando tenemos dificultades con otras personas decimos que son ellos los insociables, incorrectos, poco comprensivos o incluso estúpidos. ¿Pero estamos seguros de tener razón? ¿O somos nosotros los que no hemos aprendido a convivir con ellos? Desgraciadamente, ninguna escuela nos ha enseñado a llevarnos bien con los demás, a estar de acuerdo con todos, a establecer óptimas y durables relaciones de amistad y de amor. |