Como tantos otros expedicionarios antes que él, el protagonista de este libro surca los mares buscando ejemplares del reino animal. Pero a diferencia del explorador victoriano, que se refleja en lo que cataloga, aquí es el animal el que se proyecta en el hombre; desde el pájaro omnipresente en los primeros poemas, antes de la partida, hasta la morfología plural del regreso. Porque desde las cigüeñas que anuncian un cambio de estado y estación, hasta el albatros clavado en el mástil como un mal fario; desde las mujeres sorprendidas en diversa actitud por el catalejo, hasta el ave que invade una autopista, ya en época contemporánea, todos desbordan la mirada cuando pretende clasificarlos. El pájaro desborda al dinosaurio, el elefante a la tortuga, y la cabra de los músicos ambulantes siempre tira al monte: Charles Darwin ha vuelto del siglo xix al Xxi con un solo espécimen en la bodega del Beagle, un único animal que recorrió hacia atrás el sinuoso camino de la especie. t0 era hacia adelante?
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