El azote es una de las prácticas sexuales más antiguas y extendidas. Sin violencia ni humillación -o tan sólo con una pizca de ambos elementos-, este pequeño juego libremente consentido entre adultos ha formado desde siempre parte de los rituales eróticos más tórridos. Recomendado en el pasado para revigorizar los ardores masculinos, el azote, siempre y cuando no abuses de él, se convertirá en uno de los cómplices de tu sexualidad. Por fin una, guía que lo explica todo y que ofrece consejos prácticos para alcanzar el placer sin dolor. |