Según Benedicto XVI, «Dios posee un agudo sentido del humor, humor que forma parte esencial del gozo de la Creación». Estas palabras, pronunciadas por el actual Pontífice cuando era Prefecto de la Sagrada Congregación para la Defensa de la Doctrina de la Fe, animaron al autor de este libro a embarcarse en un texto sui generis centrado en el Antiguo Testamento
Este ensayo, más festivo que erudito, respetuoso en los modales y tan retraído en la crítica como circunspecto en las conclusiones, tiene la intención de recopilar todo aquello que la lectura del texto sagrado fuese revelando como ingenioso, divertido, pintoresco o absurdo (también cuenta el humor del disparate). El compendio resultante pone de manifiesto que, contra todo pronóstico, el Antiguo Testamento es pródigo en visajes, pasajes y paisanajes jocosos que el lector debiera juzgar, nunca mejor dicho, como caídos del Cielo. |