Vasco, el protagonista del relato, es hijo de una aristócrata y de un falangista camisa vieja que fue aviador durante la guerra civil española. Por una serie de lances se pasa al otro lado y busca tenazmente la revolución perfecta, la que sólo persiste en su mente. Si su infancia es muy propia del oscurantismo de los cincuenta, su empeño como combatiente contra la dictadura de Franco le conduce inexorablemente a buscar otros escenarios que sacien sus inquietudes. Su patria es el mundo y su azarosa vida el compromiso permanente. Se convierte en una especie de revolucionario global que se subleva contra la violencia programada que se oculta tras la pantalla de los Estados. Vasco sigue su destino, muchas veces con titubeos, superando sus contradicciones y pasando por encima de sus implacables enemigos que tratan de doblegarle para atraerle a sus orígenes sociales. No es ningún héroe, simplemente es un ciudadano que se rebela obsesivamente contra la injusticia que margina, acosa y explota a los desheredados del planeta. A lo largo de su andadura va topándose con diversos personajes, amigos y adversarios, que le enriquecen con apasionantes intercambios dialécticos. Su lucha recorre distintos escenarios que le llevan desde Madrid, años sesenta, a Paris 1968, después a México, Cuzco, La Paz, Chile, Beirut y Palestina.
Tanto en manos de sus torturadores, como en los combates en los que interviene o en los penales en los que reposa se siente un privilegiado, respirando libertad y renunciando al desaliento. |
