Vuelve Magola para demostrarnos que no ha perdido ni un ápice de su combatividad contra el machismo, dentro y fuera del hogar. Y para mostrarnos que, a pesar de todo, la realidad sigue siendo divertida (a veces), con su inconformista visión del mundo, en general, y del mundo de la pareja, muy en particular. Vuelve Magola para seguir riéndose de la vida en pareja, y para sobrevivir, en pareja... porque, después de la luna de miel, hay mucho más que vivir juntos.
Si hay diferencias entre los sexos -y ahí está la convivencia para demostrarlo-, Magola sabe encontrarlas y mostrarlas en sus tiras tal cual son. Porque, como dice el gran Fer en el prólogo, Nani no puede dejar de dibujar, «y de todo lo que dibujó salió este libro».
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