Adalbert Stifter constituye un fenómeno singular: considerado un clásico en todos los cánones y libros de texto escolares, apenas es leído; si algunos lo veneran y otros lo rechazan, la mayoría lo hace por razones equivocadas. No debe sorprender que, por debajo de la asténica recepción oficial, fluya una comprensión más subterránea de herederos vigorosos; sus admiradores son casi la lista de los grandes nombres de la literatura en alemán: Nietzsche, Hofmannsthal, Kafka, Rilke, Hesse, Walter Benjamin o Thomas hJlann, que hallaba en Stifter a "uno de los narradores más singulares, enigmáticos, secretamente audaces y extrañamente cautivadores de la literatura mundial". Brigitta (publicado originalmente en 1844) está considerado "uno de los relatos más bellos en lengua alemana" y es también uno de los más ricos y alusivos. IBON ZUBIAUR |