El ingeniero Wolf y su ayudante, el mecánico Lazuli, construyen una máquina del tiempo con la que pretenden volver a su infancia y conjurar todos los errores y obsesiones que les acosaron en el pasado. Sólo exorcizando aquellas sombras estará, cree é1, en condiciones de recuperar la facultad de gozar de los fugaces instantes de felicidad que 1e brinda la vida. Pero todos sabemos que los inquisidores no aceptan semejantes audacias y quién sabe si Wolf conseguirá sobreponerse a ellos... Esta es tal vez la novela más intimista y menos burlesca de Vian, y muchas de las situaciones remiten sin duda a su vida personal. No obstante, a la ternura que inspira esta historia, a la vez dolorosa y patética, Vian no puede dejar de añadir, como siempre en toda su obra, la desbordante fantasía y la lúcida insolencia que otorga a personajes e historias esa mágica y contagiosa vitalidad que atrapa de principio a fin a sus lectores de ayer y de hoy, más que incondicionales, adictos. |