Lo de Madrid me mata no va mucho con el grupo de amigos que conocimos en Tacones urbanos. A ellos les va más bien la vida, aunque duela y a menudo hiera de gravedad, sobre todo cuando la madurez va calando a hurtadillas. Mar, la narradora más cool que haya pisado las calles de Barcelona, da un vuelco de escenario y se planta en Madrid, dispuesta a conocer las mejores terrazas, los restaurantes más punteros y los bares más canallas. La sigue rodeando su irreductible tropa: Sol la guerrera, Amanda la enamorada, María la eterna escéptica y Ton¡ el confidente. Entre música y copas fluyen los ligues, desengaños, desgracias y esperanzas de unos jóvenes que, convencidos de que los años más locos empiezan a tocar a su fin, afrontan el futuro con gesto nuevo y sin derrota.
En palabras de la autora, Besos con sabor a Kir Royales «un sofisticado cóctel de VI de tarde de reflexión, 2 dl de noches intensas, Y2 dl de sofisticados lugares y 4 I de sueños, pieles y desesperanzas del alma».
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