Un antiguo retrovirus presente en el ADN humano se halla en la base de las mutaciones que ha experimentado el genoma y que dan lugar a una nueva especie, tal vez llamada a sustituir al Homo Sapiens Sapiens. Cuando los niños mutados por el retrovirus Sheva alcanzan la adolescencia, se enfrentan a un mundo que se siente ultrajado por su sola presencia. El miedo a que entren en acción nuevos retrovirus que podrían determinar el fin de la especie humana -tal y como ha sido conocida en los últimos milenios-, lleva a confinar a esos «niños de Darwin» en «escuelas especiales», en realidad atroces campos de concentración. Grandes sectores de la población los criminalizan de forma histérica y casi instintiva. El conflicto entre dos especies humanas de diferente calado está servido. |