La atmósfera de Versión del este alude al este de Alemania, y a un lugar y a un tiempo poéticos que se dieron en Wiepersdorf, castillo entre Berlín y Dresde donde el autor escribió este libro. Los espíritus de Bettina y Achim von Arnim, el halo romántico de la tierra de Grimm, el aroma de aldeas olvidadas, los ecos de bosques y biplanos, la luz del mar del Norte y la visita intempestiva del amor cristalizan en poemas tersos y dionisíacos. Ningún diletantismo es posible aquí, ninguna palabra tiene más valor que otra, no hay letras mayúsculas ni tiempo que perder en tributos. Realidad y deseo, el dilema de Cernuda, se convierten verso a verso en la misma, única cosa. Constancia lírica de un deslumbramiento que la incredulidad y el difícil yo del poeta intentan en vano contener, racionales y a la vez alucinados, estos poemas sin origen desvelan un mundo de ilusiones y elevación donde la vida, siempre en el ahora, parece, como la de Hans Gastorp de La Montaña Mágica, al borde del precipicio, en el momento previo a la gran tormenta interior.
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