Las empresas que denominamos familiares representan dos tercios del total mundial. Se trata de un tejido social impresionante. Pero ¿se distinguen las empresas familiares de las que no lo son? Inma Puig afirma con rotundidad que sí: mientras en las no familiares el proceso de toma de decisiones depende de criterios fundamentalmente empresariales, en las familiares entra en juego de una forma mucho más determinante un factor característico, las emociones, los afectos.
A partir de testimonios extraídos de situaciones reales, de una sensibilidad nunca vista antes en un libro, Inma Puig se adentra en la problemática menos estudiada de la empresa familiar: las interrelaciones dentro de la familia empresaria y sus consecuencias en el gobierno de la empresa. |
