La publicación de este libro es un oportuno recordatorio de que en estos momentos, y probablemente más, que nunca desde la Revolución de 1917, la cultura rusa suscita un enorme interés en el resto del mundo. Esta renovada atención comenzó con las políticas de la perestroika y la glasnost de comienzos de los ochenta y alcanzó su máximo auge con el desmantelamiento pacífico de la Unióni Soviética.
La historia documentada de Rusia coincide con el nacimiento -de la Iglesia ortodoxa, rusa hace poco más de un milenio; esos mil años de historia política y cultural constituyen el tema principal de esta obra. El libro se inicia con una descripción del contexto etnográfico y geográfico de la historia cultural rusa. Analiza las importantes contribuciones de las culturas helenística, eslava, vikinga y bizantina, para centrarse más tarde en la conversión de los rusos al cristianismo en el siglo x y en los primeros centros de civilización en Kiev, Novgorod y Vladimir. A partir de aquí asistimos al declive del esplendor kievense, a dos siglos de dominio tártaro y al desarrollo de un nuevo enclave cultural, el principado de Moscovia. El período medieval se prolonga hasta la ascensión al trono de Pedro el Grande en 1682. Las cruciales reformas dé este monarca y su política dé apertura internacional, lejanas precursoras de los actuales cambios que experimenta el país, determinaron que Rusia se proyectara en el centro del escenario mundial, posición que no ha abandonado desde entonces y cuyas vicisitudes este libro analiza hasta llegar a nuestros días. |
